Hay un tipo de parejas conformada por personas que buscan la igualdad. Hombres que participan en las labores del hogar y crianza de los hijos, que aceptan que la mujer se desarrolle profesional y laboralmente. Aspecto que puede llegar a ser muy benéfico para una relación en estos tiempos en los cuales la mujer busca desarrollarse a la par que el hombre en todos los campos.
En este papel de igualación es común encontrar a las mujeres feministas, existen algunas muy radicales que compiten con el hombre de una manera agresiva, haciéndose enemigas de ellos, menospreciándolos y agrediéndoles, en desacuerdo con la toma de decisiones y el manejo del poder. Defienden agravios e injusticias bien sean reales e imaginarias, buscando el desquite y la venganza. Las radicales son personas resentidas con la vida y con los hombres
con quienes desean invertir los papeles para ser ellas quienes asuman tanto el control como el poder.
Las mujeres que mantienen un equilibrio defienden el voto, el derecho a estudiar, a trabajar y muchos otros derechos que deberían haber tenido siempre, lo hacen sin coraje ni resentimiento, tratando de comprender al hombre y sin entrar en conflicto con su propia identidad sexual.
Las personas igualitarias suelen provenir de familias muy conflictuadas, donde ha habido una madre muy abnegada y un padre machista, aspecto que han rechazado con gran vehemencia y les ha llevado a colocarse en el otro extremo. Familias donde se manejan mensajes dobles y confusos de lo que debe de ser un hogar tradicional como: la mujer debe estudiar, trabajar y superarse y donde finalmente la familia apoya a sus hijas para que se desarrollen y por el otro lado le dicen que lo mas importante para una mujer es casarse, cuidar de su esposo y de sus hijos, creando confusión de que es lo más importante.
Las parejas que quieren ser igualitarias al estar casadas pueden tener cambios significativos, cuando ella se desenvuelve y ganar más dinero que el esposo, lo que ocasiona una lucha de poder; él se siente acomplejado, ofendido y puede empezar agredirla, ella se siente desconcertada y desilusionada. Lo que les lleva a alternativas equivocadas como: la infidelidad, divorcio, o que ella cambie renunciando a sus aspiraciones y dedicándose a lo que socialmente debe de ser un hogar tradicional, lo que trae como consecuencia que ella se siente frustrada, ya se sacrificó y las cosas no van bien. El hombre con el tiempo ya no percibe a su esposa tan atractiva como antes, por que él se enamoró de una mujer segura de sí misma, capaz de tomar sus propias decisiones y de buscar su desarrollo, etc.
Cuando la mujer decide hacer las dos cosas al mismo tiempo, trabajar y hacer las labores de esposa y madre, puede un alto grado de estrés en su afán para cumplir con sus obligaciones.
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