La persona codependiente se siente responsable de los sentimientos, pensamientos y acciones de su pareja, así como de sus necesidades y destino, también se siente obligado a resolverle sus problemas y hacer cosas que no desea hacer, suelen venir de familias disfuncionales, sienten culpa, juegan el papel de víctimas y temen mucho al rechazo, tiene un problema con el amor porque no sintió aprobación de parte de sus padres y por lo que tampoco se ama a sí mismo, además ha aprendido a relacionar el amor con el dolor. En su sexualidad, aceptan tener relaciones sexuales cuando no lo desean o las practican cuando se sienten enojados o heridos, les resulta difícil pedir lo que desean y necesitan. Creen que no merecen ser felices, se conforman con sentir que su pareja los necesita por lo que buscan su aprobación, creen que el amor y la magia se encuentra en su pareja y no en sí mismo; Pero tratan de controlar a su pareja a través de la culpa, la manipulación, los consejos y el enojo.
Niegan los problemas y creen que su relación no es tan mala como los demás la perciben.
La dependencia es lo opuesto a autosuficiencia. Las personas dependientes se casan para obtener de su pareja la satisfacción de sus necesidades y en su mayoría tienden responsabilizarle de su felicidad o infelicidad.
Una persona que es parte de una relación dependiente, puede sentir que no es feliz con la otra persona, pero que tampoco puede vivir sin ella. Una persona independiente siente que puede vivir con y sin su pareja. En tanto que una persona interdependiente es consciente de sus cualidades y habilidades, así como de las de su pareja y ha decidido compartir su vida conscientemente para ayudar al otro a enriquecerse y a crecer, a la vez que él mismo crece como pareja, padre- madre y ser humano.
Los novios dependientes, andan juntos a toda hora, llegan y están juntos a la escuela, hacen tus trabajos y tareas en equipo, van juntos a la cafetería y regresan juntos a la casa, conviven hasta la noche y todavía antes de irse a dormir se llaman por teléfono.
Las parejas formadas por personas que han alcanzado la madurez de la interdependencia, comparten gran parte de sus vidas y de sus tiempos para enriquecerse mutuamente, pero tienen tiempo para atender sus necesidades personales y su crecimiento profesional, social y espiritual
Niegan los problemas y creen que su relación no es tan mala como los demás la perciben.
La dependencia es lo opuesto a autosuficiencia. Las personas dependientes se casan para obtener de su pareja la satisfacción de sus necesidades y en su mayoría tienden responsabilizarle de su felicidad o infelicidad.
Una persona que es parte de una relación dependiente, puede sentir que no es feliz con la otra persona, pero que tampoco puede vivir sin ella. Una persona independiente siente que puede vivir con y sin su pareja. En tanto que una persona interdependiente es consciente de sus cualidades y habilidades, así como de las de su pareja y ha decidido compartir su vida conscientemente para ayudar al otro a enriquecerse y a crecer, a la vez que él mismo crece como pareja, padre- madre y ser humano.
Los novios dependientes, andan juntos a toda hora, llegan y están juntos a la escuela, hacen tus trabajos y tareas en equipo, van juntos a la cafetería y regresan juntos a la casa, conviven hasta la noche y todavía antes de irse a dormir se llaman por teléfono.
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